miércoles, 30 de agosto de 2006

Estanques


Después de tanto camino recorrido,
empecé a reprimir cada aparición.
Imágenes muertas dentro de mí.
Pensamientos disonantes
en un gran trabajo de concentración,
cruzando mares de ambigüedad.
En otros estados, las leyes cambian.
Distintas prioridades toman el control.
Sumido en intensa furia,
Busco tan solo una pequeña venganza.
Heridos caerán.
Se que prefieres el estanque,
quédate, nada con los peces.
Peces con extraño sabor, crudos aún.
El estanque solo traerá estanques.
En esta vida que peca de ser traicionera,
invito a la victoria.
Busco tan solo una pequeña venganza.
Heridos caerán.
Mirando desde la orilla, comienzo a huir.
Buscando algo,
mas que un espejo
encuentro mi vieja armadura de hierro.
Prefiero (una vez más) un río que fluye.

viernes, 18 de agosto de 2006

¡Es todo un viaje!

Dejaste de lado tu honor,
quedando anclado por siempre
a algo imparcial.
Tan solo déjate caer,
y comienza a nadar.
Lleno de sensaciones,
aturdido por completo
mirando al enemigo triunfar.
Tus juegos ya no divierten.
"Si eres aburrido, aburres.
Si estás cansado, cansas"(1).
Cansado del deshonor,
levanta la vela, intenta navegar.
El ancla aún sigue enterrada,
solo resta cortar las amarras...
y partir.

1: El negro Fontanarrosa, en una entrevista con George Square, licenciado en opinología