miércoles, 24 de marzo de 2010

(Auto)psia exquisita

La autopsia exquisita no es más que otra forma de jugar un juego, el cadáver exquisito. Solo que ésta vez seremos los forenses de nuestros propios muertos (los escritos, los poemas, lo que sea) para así reconstruir las escenas del crimen literario.



No somos mecenas del suelo, pero besamos su arte al caer hermosamente
Tampoco podemos quejarnos del tiempo, ese pobre molino que nada nos ha hecho, mas que amenazarnos.
En algunos momentos pienso que la causa sea creer que todavía estas ahí.
Y que cuando sus calmas simuladas rompieron el lazo, una intifada al corazón los peinó de piedras
¡Si quedé crucificado en la cordillera de su espalda!
¡Y el eco se ríe de aquel miedo!
¿Te perfumo?


Soy la suerte infantil colgando del móvil de metal.
Ninguno supo cual era el plagio
La lista de nervios acomoda miedo, risa purgada y calesitas en un blister.

Y una caricia sube hasta el bolsillo de su piel,
es la invención del misterio,
la acrobacia en el bazar de la humedad.

En este circo otoñal, una dama en la escena
enseña desengaños que cuelgan, silencios que suenan.
Me separé del mundo en un suspiro, en un aliento.
me uní al circulo hermético de obstetras con pinturitas nuevas


Las palabras deben remojarse en el aliño a base de alcohol,
y pasear por la destrucción del suburbio
Tranquilo. Seguí caminando. Que no te gane el ruido.
Mientras más se acerca la luz, mas grande se hace tu sombra.
Y en la infinitud radique tal vez una cuota de su encanto.

Entre tus huesos flacos, y la carne que tirita de fiebre lunar.
Aprendí de la nada
y que el placer que causa dolor será mi mejor castigo, dios intermitente.
Pero tal vez no hay nadie allí,
pintando olores en el lienzo,
Aun así puedo sentir como un leve sismo la callada melancolía de tu boca.
Ese ritmo es un violador serial.

Yo también tengo algunas ideas. Varían según el miedo.
igual, mi esperanza está en Siberia.
Allí, alguien ha pegado migas de galleta en el techo que simulan ser estrellas,
de fondo el cielo, con sus luces parpadeantes.

Hoy río sin saber porqué,
en la esquina de tu escote.
Siento que puedo batir la meta y ganar,
por un momento ganar.
Sigo pensando que la libertad cuesta un tropiezo.
y que la experiencia hoy la consumimos a granel.

Lo sé, muchas veces, esta poesía es solo una denuncia onanista
Pero hay esqueletos de hielo, que se deshacen en este alcohol,
que es para mí el ícono del caos.

Elegir, esa es la cuestión,
yo creo abriré la puerta para ir a jugar
a ser tu puta del rocanrol.

Porque hay una canción para cada mes del año,
y ahora no sé que hago con tanto barro,
quiero a veces comprender mas allá del yo

viernes, 12 de marzo de 2010

Para Armar Una Lengua Ontológica


A veces hay una frase que te hace entenderlo todo,
pero todo de una vez
y a veces, después de semejante bocado de realidad,
hay una vuelta al misterio.

Otras veces, su caminar linguistico
es ritmo un bebop jugando al equilibrista en un pentagrama,
otras veces es un vé vó que te devuelve a la cañada

A veces es una cárcel de las neuronas,
y a veces es comprender mas allá del yo

Porque en la rutina del vicio entendí que cuesta comenzar a terminar,
y encontrar la llave que abre la puerta de la lógica y de la locura.

A veces lo observo a través de sus letras,
y veo a un gato agazapado en el techo,
observando, mirando...
buscando a una presa,
pero no para comerla,
solo para saciar su ira gourmet

Otra veces es una cubetera de hielo desdentada
difícil de llenar el espacio vacío de agua sabiendo que se mojarán los hielos.
Un boleto de ida y vuelta del porqué

A veces es como un olor a rincón repleto de esos hombres tristes,
es un olor a ojalá,
una fragancia de hasta cuando

Porque la bijouterie de la poesía y el pirata de la prosa
nos desnudan una pregunta:
¿estamos cuerdamente locos?

miércoles, 3 de marzo de 2010


En la cavidad del corazón,
situado dentro del cuerpo
vive un no-nacido eterno
Nadando en la cueva latiente,
ciego y viejo como la saeta
que supo quemarse los ojos
rondando las bibliotecas
y los libros de la arena