lunes, 25 de diciembre de 2006

Hilos

..."Al saber que nada suena tan bien, creemos que un sordo es desprolijo"...

Comienza el epíteto de la soledad. El desvarío inútil de la cabeza sin desinencias, el miocardio de la condena.

Nunca me pregunto cuanto queda de sal si de saborear estamos hablando... siempre pregunto a los mitómanos sobre la presa viva, pero no del comensal asesino. Debe ser que no me importa quién es, ni donde vive, ni qué hace. Quizás ya sé que no sabe mi nombre psicoanalítico y que no come dinero para llenar hipótesis. Sabe él que no es solo él, que todos los que no son terminan siendo. Él, que es espía y es expiatorio al mismo tiempo, que busca un responsable de su alegría y un culpable de su destino. Él, que no encuentra nada más que la razón de ser de otros seres sin ser él.

Empieza una crónica breve de puras coincidencias mundanas y relativamente inútiles... allí van... buscando un final desprolijo para los sordos, un alcohol para las palabras y un corazón sin culpas. Allí vienen... aquí están... sin dormir y trocando misterios por desahogos.

Histericismo, historicismo, caramelos de baba y cebolla, ruinas de la paternidad y brújulas marinas de su madre tierra. Dibujos animados y amor de novela resumida. Sin pasión, sin piedad, sin humildad, sin suelos ni sueños... Creo que sobran palabras aquí.

Parentesco, pesada música de contacto esporádico, probabilidades mágicas de camas distantes. Dolores no llores dolores dale, besos libres en tiempos de desconcierto. Concierto y basta... no sobran pero no piden más que lo que es.

Pausa, la primera pausa, la verdadera, la que viene de a poco y se une al sitio del recuerdo, que vive sin que los otros vayan al cineclub, que vuelve y se desmorona con la fuerza del coral, que vivirá preguntando lo que hermosamente sabe, que enseñará lo que hermosamente vive, que sabrá desde luego que esto no es juego y no querrá jugar, que nacerá mil y una noches de la ficción y que golpeará el real para que yo abra y me encuentre con eso que no veo, con eso que muero. Podrá ver que no, podrá olvidarse, podrá conocer, se. Que no importa, que no fuego y que nadie nunca siempre agua. Por última vez por hoy, por ayer, mañana lejana. No llores, pero esta vez en serio, no llores, perdona al primo de la guerra absurda y al hermano culposo de la paz ingenua. No acabes, no acabes, no acabes siendo tan bella, no mueras siendo golpe del sol, no pares de prohibir el sin sentido, no suspendas las lagrimas en tus ojos que no lloran mentiras. NO, No niegues que alguna vez tu también te desplomaste ante la incertidumbre. El error de la primera palabra, una letra desechada por paranoia y herida de tinta violeta. Homenaje al nunca jamás, personaje del Mago de Oz, principito de un mar de dudas y abalorio de la sensación.

Pésame, pásame, péname, mírame, te muevo y el ajedrez muere. Extráñame, solo un poco, como dos extraños, que seguiré dibujando los garabatos en la calle y los castillos en tu pecho, entiéndeme, seré breve... “autumn leaves”.... no llores llorona.... pelusita de ola, hojita de mar, dadito hermoso... quizás...

“is there anybody out here?”…

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Mirad y mitad

Esa mujer,
que rebosa de ausencia el borde con su boca,
muerde con sus ojos la certeza artera del fracaso nocturno,
y como una isla irredenta
dibujada por mil batallas sangrientas,
marca con ritmo de marioneta
la suerte de sus compañeros de viaje.

Esa mujer
de frontera invisible,
tañe a la madrugada sus cicatrices,
reposa desnuda entre las sabanas
y el pájaro afónico de párpados cerrados le acicala sus ronquidos.

Y una caricia sube hasta el bolsillo de su piel,
el escalofrío es ya una lagrima.
Le asustan los finales
palos de escobas en la sombra,
ruido de las piedras al chocarse bajo el agua.

Ese final, esa mujer, ha provocado el vomito
la muerte del cuerpo soberano.
Se ha quedado de-vuelto las palabras guardadas,
las palabras prohibidas,
las -por fin- equivocadas

Esa mujer ha procurado convencerme de que ya no soy un niño
con una moribunda bofetada de agua,
un domingo de mañana.

(boca seca,
vestal desértica,
humo sin fuego burbujeante,
nepente de las razas,
ceniza espartana sobre las sopas kitsch)

Esa mujer, se ha convertido en palabra.
Ya no le mortifica la redención,
desafinando los cantares de experiencia

Mujeresa, pequeña maldición indómita,
despierta, me mira
y me ve más viejo.

viernes, 1 de diciembre de 2006

POEME.URGENTA


El influjo de los astros pasa a través de las nubes con una inyección sodómica,
mientras, los linyeras pastan como palomas el suelo de la plaza.
Bonjour café cerrado, huye al bunker por los poros.
Un cerebro de dama intenta escapar de su envase.
Sevensevenseven susojos. Tartatatata.mudean en un
traqueteo de tren, de viento maquinal sobre los durmientes.
(trac-trac)
susojos, susojos, piedras chocándose bajo el río.
Le dice:
“La moda depura sus filas al crecer. Vanguardia crea vanguardia hasta el infinito, hasta el cansancio, hasta el consumo, hasta el naufragio. Sujentanse a sus restos las nuevas pulgas náufragas. Seasen un miasma soco imán. Algunos sufren, alguna disfrute, unos pocos lloran mordiendo el cartel. Su nombre artístico es Luuuuiiiisss”

La lista de nervios le acomoda miedo, risa purgada y calesitas en un blister.
Y la sirena yace boca arriba sobre el nivel del mar.
Boquitas a granel, suecas esmirriadas curten onomatopeyas de besos.
Pisa el vómito. La escalera resbala un poco.
Piensa todoesto.
La sueca, paseo urgente y una colección de frases bonitas.

martes, 31 de octubre de 2006

Plagio

Martín masticaba un chicle. Martín fumaba un cigarrillo. Martín llevaba el diario en su brazo. Martín tenía su mano en el bolsillo. Martín caminaba por la vereda de Ituzaingó hacia abajo. Martín caminaba por la vereda de Ituzaingó hacia arriba. Martín se cruzó con Martín. Martín se cruzó con Martín.
Martín miró a Martín. Martín miró a Martín. Martín era igual a Martín. Martín era igual a Martín. Martín se preguntó quién copiaba a quién. Martín se preguntó quién copiaba a quién.
Ninguno supo cual era el plagio. Ninguno supo cual era el plagio.

sábado, 28 de octubre de 2006

Un anónimo próximo a desaparecer

A pesar de los momentos vividos
y los recuerdos concedidos,
este espacio no me cierra...
el traje ya no entra.
Te busco desde este nido
pero no logro verte.
No consigo verme (ahí).
¿Dirás que te extraño?.
¡Creerás que te extraño!...
sin embargo yo,
yo ya no me engaño.
No te veo, ni te vi.
¡No me veo mas! (ahí).
Y si quieres, podemos irnos.
Ansiamos vernos un rato.
Sin embargo yo,
yo ya no me engaño.
No te veo, ni te vi.
¡No me veo mas! (ahí).
Nena, esto es muy sencillo
cerré los ojos y caí.

miércoles, 30 de agosto de 2006

Estanques


Después de tanto camino recorrido,
empecé a reprimir cada aparición.
Imágenes muertas dentro de mí.
Pensamientos disonantes
en un gran trabajo de concentración,
cruzando mares de ambigüedad.
En otros estados, las leyes cambian.
Distintas prioridades toman el control.
Sumido en intensa furia,
Busco tan solo una pequeña venganza.
Heridos caerán.
Se que prefieres el estanque,
quédate, nada con los peces.
Peces con extraño sabor, crudos aún.
El estanque solo traerá estanques.
En esta vida que peca de ser traicionera,
invito a la victoria.
Busco tan solo una pequeña venganza.
Heridos caerán.
Mirando desde la orilla, comienzo a huir.
Buscando algo,
mas que un espejo
encuentro mi vieja armadura de hierro.
Prefiero (una vez más) un río que fluye.

viernes, 18 de agosto de 2006

¡Es todo un viaje!

Dejaste de lado tu honor,
quedando anclado por siempre
a algo imparcial.
Tan solo déjate caer,
y comienza a nadar.
Lleno de sensaciones,
aturdido por completo
mirando al enemigo triunfar.
Tus juegos ya no divierten.
"Si eres aburrido, aburres.
Si estás cansado, cansas"(1).
Cansado del deshonor,
levanta la vela, intenta navegar.
El ancla aún sigue enterrada,
solo resta cortar las amarras...
y partir.

1: El negro Fontanarrosa, en una entrevista con George Square, licenciado en opinología

sábado, 22 de julio de 2006

Vals de invierno



Habito al artista níveo.
El que muerde el bosque y la borrasca.
Soy la suerte infantil colgando del móvil de metal.

Una noche de más me evaporé por ahí.
encadenado a las letras y a la tirria de los dioses

Y renuncié a gritar, mientras me acogotaba
con el nudo de la imberbe tradición del despecho.
Mientras levantaba los trozos del bazar rotos a su merced.

Aliento sobre el vidrio y los dedos de pincel.
Dibujé los ojos al dragón para que vuele.

De sus alas, el viento bermejo que depila,
que arrastra la roña por las esquinas (y debajo de los zócalos),
hizo volar todas mis bazas.
Y cada una en una mueca,
levantaba a las divas sus desvelos.
Y cada una dibujaba, nuevos ojos.
Dragones ciegos.
Mientras la lagrima blanca resbalaba, lentamente, por el espejo.

domingo, 14 de mayo de 2006

Paragüas.















Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas.


Crayón sobre la mesa. Figuras desprendiendo cárceles de yeso. Las enfermedades encontrando opiniones, un mes de diligencias para Doña Parca, que la muy vieja se anima a recitarle poemas a las flores de sus esclavos intranquilos.
Amores como panacea y las rodajas yaciendo boca abajo sobre la mermelada. Dos conspiraciones invitando al desnudo del alma, al veto de la ciencia y al juego de los extraños. Situaciones aparentemente reales, catarsis de lágrimas cayendo libremente hacia el cenicero repleto e indiferente.
Pues es que no. No crucé la calle cuando debía retornar a la vida placeba y no silbé las melodías de la ausencia por el tiempo suficiente para quedar a salvo de esa metáfora sentimental que llamamos conciencia. No busqué la puerta desde la calle, solo había en mis espaldas una escalera en donde no se divisaba el primer escalón y con espejismos flotando cual ruta de verano en plenas vacaciones infantiles.
Es que ya no nos reunimos a mediodía en la esquina del viento.

Después, ante los ojos tristes y sin espejos. Nublando el concierto. Has de llegar a donde por esas cosas del frío no fuimos, repartiendo recuerdos, casas, cartas y lágrimas de ausencia no contraida. Voces cercanas, planes de magia y trucos de viaje. ¿Acaso después de todo aún estás allí?¿Pedirás consuelo al tiempo?¿Dormirás pensando en la noche?.

Si las palabras que bailan en el borde de la mesa cayeran, los puntos, unos con las comas y otros con los signos se perdieran...junto con esas migas y las arvejas rodando, quizás nos encontríamos con unas letras que negarían la existencia de su pasado, asimilando las formas de una jungla de zapatillas, zapatos, patas y pelusas.

Contenido en los márgenes de una tolerancia social, Ludmila razona y siente, siente y razona los preambulos a un bostezo que disimula el dique ocular. Se predispone a llorar la pérdida del pañuelo, absorta por la incongruencia de las consecuencias su lágrima primera asoma gris y estimulada por la fuerza de su sombra y el poder de sus seguidoras. Quiere ver el mundo que Ludmila quiere ocultar, siente utópicamente que el pañuelo vendrá a salvarla del suelo frío y las arvejas verdes peludas. Contrae el pecho y Ludmila comienza a sentirse libre y solitaria. Cae sin paracaidas boca arriba mirando el rostro tenue y brillante de su creadora. Pregunta dónde a quedado el calor del mundo mientras una mano roza su cuerpo y la abraza respondiendo su pregunta. Comienza a evaporarse lentamente, sin pereza y desaparece.
Ha pasado tiempo, Ludmila ya no cree en los pañuelos, ya no los usa, al igual que los paragüas.

sábado, 13 de mayo de 2006

Oda a la vendedora de perfumes

...mo?
...sias... umo?
oasias...
umo, señor? nono
fumo?
...
perfumo señor?
perfumo?
¿Te perfumo? ..Nnn, gracias...
¿Te perfumo?¿Te perfumo?
¿Te perfumo?


¿Te perfumo?¿Te perfumo?¿Te perfumo?

¿Te perfumo?¿Te perfumo?¿Te perfumo?

¿Te perfumo?... ¿Te perfumo?
¿e erfumo?¿...fumo? ...as...
...umo?
...mo?

jueves, 4 de mayo de 2006

Gang-bang*


Hay cerca del Damm
cuatro putas que bailan un vals
detrás del cristal,
y se puede sentir
el sudor fuerte desde Berlín.

Tú allí, en soledad,
una lluvia muy fina golpea tu cara,
resbala en tu piel y a la vez
se ilumina un cartel ofreciéndote
libertad y sordidez,
todo a un precio que un hombre moderno
ha de ser capaz de pagar
una vez que la noche echa a andar.

¿No lo ves? Tu carne es más pálida.
¿No lo ves? Tu alma es más gris.
Si no pierdes al fin la razón
sabrás que no hay más que una solución:
¡Cas...tra...ción!

Y todas las cosas que hice mal
se vuelven hoy a conjurar contra mí.
¿Cómo habré llegado a esto ...?
No lo sé,
... tan lúcido y siniestro...
pero sé que no lo sé...

Y un hombre de traje me invita a pasar...
¡Gang-bang!

Y ves desde tu hotel
aguas quietas igual que papel de plata,
y el viento arrastra el olor
de la pérfida enana marrón.
Mira que tú fuiste el rey,
con tu cetro en la mano
y los ojos clavados en gente
que sabes que no... no llegarás a conocer
ni aunque vivas mil años
y el cielo se postre a tus pies,
pero su mirada no se despega de tu pantalón...

Y echas a andar por la ciudad
y atraviesas un nuevo canal.
Huyes del rojo y azul del neón,
vas en busca de algo que huela distinto al amor...

Y si viviera una vez más,
¿me volvería a equivocar otra vez?
Sí, no te quepa duda (no...)
hasta la locura
y hasta el dolor.

Y un hombre de traje me invita a pasar...
¡Gang-bang!

(Nacho Vegas)

*Nota: Sé que solemos poner producciones personales aquí, pero bueno, espero se me permita este desliz. A veces hay cosas mas fuertes que uno y resulta que alguien ya las ha escrito por nosotros.

miércoles, 19 de abril de 2006




“LA EXACTITUD NO IMPLICA LA VERDAD”


FRACCION HEDONISTA LENINISTA:

Manifiesto

Zhivagos profundamente dolidos por lo que nuestros ojos y pobre intelecto ve, vamos izquierdos al profundo hechizo del mañana. Antes o después el mundo se salvara de la extinción solo a través del socialismo, de ese socialismo que vive en el pueblo, ese que no tiene kilos y kilos de maquillaje intelectual. ¿Vanguardia?, ¿Quienes somos para declararnos Mesías que llevaran al pueblo a la verdad?. El pueblo ya la tiene latiendo adormecida bajo los miedos diarios, rutinarios, algunos muchos en el hambre, algunos menos en la movilización. Nosotros sabemos que cuando ellos se eleven por sobre la historia y la tomen en sus manos intentaremos evadir el poder, de otro modo arruinaríamos todo.
Solo aseguraremos la destrucción de la familia y la liberación del deseo sexual. Esto será costoso, doloroso. Todos estamos impregnados de milenios de sentimientos acaramelados y de instancia privada y privativa. ¿Cuantos han podido realmente desviar de sus mentes el sentimiento de posesión que se celebra en el rito de los amantes? Debemos hundir el Thanatos en océanos de orgasmos elevando el Eros a cúspide de la vida diaria. Hay mas verdad entre las sabanas que en todas los tratados filosóficos de la historia del mundo. Sabemos que cuando se corre el telón final comienza el teatro y cuando acaba el sexo empieza el clímax, sabemos que la pesadilla es casi ineludible pero opondremos la lujuria en carnavales de primaveras post pestes... Sabemos que nuestros genitales de tragedia griega no deben ser los que manden, nosotros deberemos marchar hacia las ciudades blancas del desierto, quedarnos ahí, lejos de todo. No debemos mandar, ni guiar, ni ordenar el mundo nuevo y transformado por que Nerón vive en nuestras almas, la corona de laurel no cae de nuestras cabezas, somos paganos, vivimos en la repetición ritual de la vida en los bosques, la felicidad es un banquete en el Valhala, somos sátiros eléctricos y centauros de metal rumiando la hierba cercana a las puertas del Tártaro. Nuestro corazón es la caja de Pandora, hijos de la unidad en el caos, besos fractales en el vuelo nocturno de un búho.
No adherimos a preceptos preclaros, a axiomas desde los cuales se explica todo. Nuestro dioses son tan brutales como nosotros, son imperfectos. No suscribimos a Dioses de Tribunas y Marchas y denuncias verborragias emitidas por profetas elocuentes y sabelotodistas. Ningún adjetivo calificativo nos redime, ni el de revolucionarios. Ningún adjetivo calificativo nos eleva por sobre alguien. Allá al final esta la muerte, la guerra perdida pero también el banquete de los valientes, el vino el las copas de bronce y la ordo orgiastiam. Repetiremos una vez más: no somos enemigos del mañana, ni amigos del hoy, nuestro trabajo es oracular y no interrumpiremos el nuevo orden que emerja del levantamiento de los oprimidos. Viajaremos lejos, con chamanes y caciques y sus pueblos, viajaremos cantando dulces canciones indias de verano, cuando los hielos corren montaña abajo. Creo que pueden concedernos una reserva para hombres salvajes. Y si no pueden o no quieren entonces verán la última carga de caballería de la historia y el fin de nuestro clan lluvioso. La última batalla que desde este bando nadie quiere dar, por que la solución al vacío tiene varias soluciones, no solo ojos rusos.

Heraldo Negro

lunes, 10 de abril de 2006

Acertijo.

Caleidoscopios digo sin quererlo. Demasiado pronto antes de escuchar a Polifemo llegar. Permiso, te miraré a los ojos. Después compraré dos besos y encerraré el cactus en el armario para que no nos vea. Contradictoriamente tampoco lo veremos. Pensemos. ¿Pessoa era portugués?. No podría haberlo imaginado... Dos jotes nadando en la repisa, cientos de gotas sentadas en el cine. Y... ¿Uno de Miles?¿Qué te parece de Parker?.... El descorchador ha muerto, problemas mecánicos y fugaz salida en busca del reemplazo. Pasta de dientes, dentífrico, mimos, detergente bucal, canelones con queso-rpresa. ¿Y Davis?... cerveza, preámbulos a la noche, ronquidos, ¿Levantarse?, explosiones calefonicas, teléfono y timbre, irrupciones a la hora del mate. Hielo. Cine para no ver. Camuflados en las sábanas, mimetizando el placer. Grillos, humo invadiendo, líquenes, monómeros, aparatos, todo se ha mojado. Almohada, color del vino, cuerpo, verdades. No me voy, me quedo, omelet, flamenco y sociedad. Unión, arácnidos, radio y anécdotas. Ascensor, prismáticos, acertijos, leyes y ruidos. ¿Locura?... caminos, lunas, infiernos, yogur, barriletes y purgatorio. Perro, mudanza, recuerdos, corales y claveles. Drogas, camello, dolores, agendas, postales, plata y agua. Miedo. ¿Amor?. No te quedes, ventanas... lenguas, nubes y secretos. Nada y todo. Imaginemos. Contigo y solo. Solo contigo. Explicaciones. Horizontes y estas palabras quedando como quietas, guardadas. Llueve... lágrimas al sol y delirios. Sueños... ¿Nos vemos después?...

miércoles, 5 de abril de 2006

Aquiescencia para el silencio

A Plutón le dije, tan distante y frío, que nada interesante existía.
¡Y el eco me dijo que era yo el que no interesaba!

Con Saturno, cuidándome de sus anillos, le dije que nada importaba.
¡Pero el que no importaba era yo, me dijo el eco!

Júpiter, pequeño rey mago, dios orondo de los bulevares que me iluminó una noche, inspiró el gozo y el delirio en mis palabras.
¡Pero mi voz es tan horrible, tan tosca, que no soporté el eco!

Hace tanto tiempo que dije a Mercurio cosas tan temblorosas...
Quedé debiéndole un viaje a Neptuno. No voy a recordárselo.
¡Es un eco de cornisa, es el viento!

Y mi hermosa Venus, diosa verdosa de blusa hasta los hombros y pelo mal teñido ¡nunca te dije nada aún!
¡Y el eco se ríe de este miedo!
¡Se ríe, se ríe! Y festejando grita: ¡Ha vencido tu licencia de cortejo!


miércoles, 22 de marzo de 2006

Et le soleil ne le sait pas (transición)


Y si mientras más camino se ajusta el dogal en mi garganta.
Y si me quedo quietecito me pasan la lengua los grillos.
Y si te aprisiono no estas libre.
Y si estas libre no te sujeto con fuerza.
Si el grito que hago es escandaloso.
Si las curdas son cada vez más deprimentes.
Que la emoción más dulce fue que se cayó el azúcar.
Que la ultima vez que dije que no, me remacharon una bala de desprecio.
El lugar más raro que conocí fue mi propia cama.
Las palabras más hermosas se las dije a un río de lava.
Que últimamente está carísimo el recuerdo.
Que ya me quedé sin vino y calesitas otra vez.
Si ya perdí la vergüenza de verme desnudo
Si ni siquiera le conocía y le dije que no saliera con el pelo mojado.
Y si me miraba, te juro que me rendía.
Y si no les mentí, pero tampoco dije nada.
Y si quedé crucificado en la cordillera de su espalda.
Y si vieras lo que puede ser un asesino sin balas.

jueves, 16 de marzo de 2006

Planos

El taxi se detuvo sin más señas que una bocanada de humo que expelió mi deseo de que no te fueras... simplemente perdido entre tantos dientes y voces de cuna, miré como un sector de mi plano arquitectónico se llevaba el placer a la penitencia de la lujuria, con castigos y lamentos inútiles. Pensé que tal vez Francia, Paris y la Sorbona se quemaban emanando el perfume que incita a cambiar la demencia lógica de los pueblos quietos. Pero no, o tal vez si, pero de otra forma. Consuelo de la ausencia ha quedado el mensaje estampado en los libros íntimos de mi inconstante sentir perdido. Deportivo la Coruña fuera de la final, miles de costumbres fuera de la guerra del amor, muertos los que combaten y vivos los que cuentan sus aventuras mentirosas. Y el taxi partió sin que perjudicara mi impresión del momento, y con esas luces blancas y sus colores amarillos se fue la eterna dialéctica del tenerte, la dualidad de la presencia y las palabras limpias y abrasadoras de tu istmo fáustico.

Rompiendo los bares llenos de historia, comprendiendo el venir de las sorpresas y el ir de las epopeyas que suceden en el templo del temor cuando me miras... destruyendo, creando nuevas perspectivas y sanando las viejas heridas del futuro...

Qué pensar con este cielo gris de noche sin niebla y unas pocas ramas templadas temblando de otoño y desnudas sobre la ventana de la locura. Olvidarme de aquella revolución y de los confines oscuros de las nuevas sublevaciones que apean tus rojas pestañas uniéndolas en el secreto de la noche, que en unos momentos será música y se encontrará con el amanecer como sospechoso del asesinato de tus sueños. Cómo pensar en la calle, cómo sentir en este lugar tan ciego de estrellas rotas y cómo darse cuenta que el taxi te lleva hasta mi casa recién cuando me he mudado y salgo a buscar cigarrillos en una ciudad que permite los alejamientos, las ausencias y las tristezas de Paris sin ser Paris, y con un boceto del mundo desprotegido y lleno de puentes que no comunican lugares sino primeras impresiones del deseo.

Todavía no llueve... no llueve como debería... quizás me empape... y tal vez me esconda en el rincón donde tu no llores.... llorando...

miércoles, 15 de marzo de 2006

Quinientos rodantes

















¿Por qué tengo que seguir sobre la noche montado en un caballo sin pelo?
¿Por qué mi lengua no mide una milla y es tan solo unos metros?
¿Por qué debo cuidarme de decir que no hay mundo sin mí?
¿Por qué debo comprender arquitecturas gloriosas de palabras si los que me la relatan tan solo pueden mostrar chozas de ramas débiles y cañas verdes?
¿Por qué deber es mostrar y no solo hacer?
¿Por qué hay discursos y no actos?
¿Por qué sueño el color que tendrán los gusanos de tu cuerpo?
¿Por qué no sirve de nada montar en un insecto y marchar a enfriar al sol?
Luces azuladas de día entrando en las oficinas del séptimo piso.
¿Por qué tantos peros, esos espermas agrios que nunca llegan al óvulo de la esperanza?
¿Por qué tantos helicópteros?
¿Por qué no acudimos desnudos a los sepelios?
¿Por qué los más preparados me parecen idiotas?
¿Por qué a un hombre lujurioso como yo le toca una analista del tipo de las que llevarías una semana a una hostería de montaña para coger hasta que los órganos se pongan azules y ardan como lastimadura de ramas?
¿Por qué no entiendo nada?
Escuchen: libertinos seremos, no libres dentro del cuartel intelectual
Ni señor comisario, ni comisario del pueblo
¿Por qué mi mano anida unas cuantas fichas que nadie puede ver?
¿Por además no ven ese as en mi manga?
¿Por qué me tenes miedo?
¿Por qué no me lo queres decir?
¿Por qué el átomo y la ojiva son los amantes de la última quijada de la hamburguesa nuclear?
¿Por qué mi reino esta tan lejos?
¿Por qué es mejor el enemigo que el amigo?
¿Por qué es costoso costearse la costa?
Oh mares verdes, puertos de especias, sabores de oriente.
¿Por qué camino mitad aquí mitad en ciudades antiguas?
¿Por qué no entienden que los saltos del pez biomecánico están contados? Y también los del pez de escamas de un solo color.
¿Por qué?
¿Acaso no se ve?.
¿Por qué no queres aceptar que mi cara de trueno, mi carne de fauno, mis huesos de héroe están tan golpeados como los tuyos?
¿Por qué vi con fascinación aviones escupiendo fuegos y jinetes saltando las murallas de mi ciudad?
Dime que miedo tienes y te diré en que partido debes afiliarte.
O que libros convertir en Biblia.
¿Por qué nosotros aún buscamos el Necronomicon?
Dime algo en latín, habla en griego y huiremos a Delfos.
¿Porquéseseparanlaspalabras? ¿Por qué los números son palabras y no solo letras?
¿Por qué nadie se da cuenta que no hay nadie en este mundo que no este exento del pecado de contradicción? Por mi culpa, por la tuya, por mi gran culpa… (y por la tuya)
Porque ¿Por qué?.
¿Porque los marcos donde se dibujan como acuarelas en tus palabras es todo?,
Arder es todo,
Arder
sin más colores que las oscuras llamas,
sin más líquidos que la sangre.
Pregúntate siempre todo y todo el tiempo
y si te respondes
y no hay más preguntas
entonces volve a cero.

sábado, 11 de marzo de 2006

Tu verás, lloveré...

No nos vimos el viernes a la tarde, quizás porque tuvimos la impresión de conocernos de madrugada. Un sábado a la madrugada, el sábado que ocurrió después del viernes en que no nos conocíamos y que también fueron jueves y miércoles y sábados pero siempre desde el pasado. Durante eternas horas soñé con que te conocía, que conocía el futuro, una sensación que me toca en las madrugadas, y que siempre me termina haciendo olvidar de lo importante. Viajé por un camino oníricamente dulce y lúcido, con algunos pasos sobre el café, la geografía de las mudanzas y los recuerdos con la niñez de cerca. Soñé sin dormir, sin el descansar de los pensamientos y las cosas. Te conocí verde, bailaste azul y también lila, hablamos rojo, gris y naranja, rozamos las manos púrpuras y nos miramos tontamente, a la hora de irnos nació el negro, pensé que tal vez estabas de luto. Hasta que volví a casa y me acosté, en ese instante comencé a soñar dormido. En ese sueño, no tenías nombre, en los sueños suele pasar eso, tu nombre podía ser cualquier nombre, pero recuerdo que estaba tranquilo y feliz porque no pasaría eso de que tu nombre sea cualquier mujer. Al despertarme, ya no quise soñar más... busqué por todos los rincones un dato que me dirija hacia tu sueño, pués deseaba conocerlo. Aunque creo que mi mayor deseo era habitar en él. Pasaron vientos que derribaron hojas, en ellas quise buscar la cuerda que me llevase a una de tus clases. Después pasaron humos, hermanos e hijos del agua, siempre estaba el café arrimando la música del fuego crepuscular que te posee.

No estaba seguro de quererte, cuando llegaron las sombras misteriosas de tu ausencia. Y allí estuve envuelto sin ganas intentando descifrar los largos epitafios de los recuerdos en que participabas. Ya sin más tiempo que el espacio vacío de realidades, la presencia tumultuosa y ruidosa convive con el olvido de las palabras. Y sin embargo, ayer soñé una pirámide que tenía de aristas tus ojos repitiéndose interminablemente hasta el desierto, soñé un viaje que tenía misteriosos lugares simulando tu cuerpo, y soñé un agudo sonido rompiendo del amanecer y pidiendo susurros en la ventana. Solo sueños... hasta que abrí los ojos una madrugada y después de intentar recordar los colores del mundo mismo, con esos pasajes de libros entreabiertos suavizando la agonía de los extremos, tan filosos y cercanos que hasta tú puedes caer en ellos, ví cómo una témpera se deslizaba de mi mano.

Me pareció oír que me hablaste semánticamente sobre los poderes, los del amor y los otros... “ No le eches agua a estas flores, ya están muertas”, todavía está pintado como un graffiti pero en el aire cuando entro a salvar los eucaliptos plantados en la cama. Imposible no verlo, no sentirlo, no intentarlo. Imposible no, verlo no, sentirlo no, intentarlo y punto. Una sensación como de desalojo sin violencia, o con algo de placer y deseo violento que se termina perdiendo en el hecho mismo de la mañana rota, destruida en las sábanas, desordenada con un orden propio de la noche; con los inventos esparcidos en la vereda mientras miramos los árboles. Quién ama realmente no duda. Como si tú o como si este tonto atónito hubiera inventado el amor, o en su descarte la duda, o los principios fundamentales por los que la melodía del recuerdo es la canción que vivimos en estos instantes. Ya no te encuentro, quizás el tiempo de buscarte ahora se llama revolución, atajos, escondites y fuego que calmo sin quererlo. Soñando las madrugadas, mezclando los colores, inventando recuerdos, mirando el mar y las leyendas que escribes en mi arena. Pincel, Pincelito... no me pintes más...

domingo, 5 de febrero de 2006

Puertas.


Abrir las puertas tanto como cerrarlas es una cuestión de principios, los que la abren pensando en que encontrarán la realización de sus vidas son los mas propensos a encontrarse con un desengaño.... lo cual no quiere decir que siempre sea así, las excepciones existen y no creo que alguien pueda negarlo. Y los otros, los que se encuentran abriendo y cerrando sin tener esos principios que paradójicamente son tan valorados, solo encuentran lo mismo que los primeros solo que en menor medida, es menos factible que puedan desengañarse, lo cual no quita el invariable desengaño.

Tu existes como la sombra del árbol milenario que existirá por siempre, albergarás toda esa oscuridad que hace descansar del sol a los pastos, pero también tendrás esa luz que vence en una batalla de desencuentros al que pierde su amor primigenio, ese que necesita de los rayos para confiar en el mañana.

No siempre nos encontraremos en el mismo lugar. A veces nos cruzaremos en la calle atestada de gente, otras tantas veces (que son la más cantidad) nos veremos mientras caminamos los senderos del recuerdo y de las noches solitarias. Pero existen unas veces que son sombrías, y esas son las veces en las que más deseo tengo de encontrarte, y esas veces tienen la característica de imaginación sin recuerdos aparentes, solo recuerdos inconscientes sin apariencia, y en esos momentos te veo como una copa que se rebalsa y que después es bebida, que en unos instantes está colmada de invasiones cariñosas y que después es solo un atisbo de posibles realidades.


Yo no sé eso que tu sabes, pero no sabes que yo no lo sé.

viernes, 3 de febrero de 2006

Llorar

Ya que estamos, yo también voy a citar un poema. Es de Oliverio Girondo. Y ya que estamos también enumera distintas formas de hacer algo.

18

Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo.

Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.

Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.

Llorar como un cacuy, como un cocodrilo... si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.

Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

domingo, 29 de enero de 2006

Hacer el Amor....


Ella y yo hacíamos el amor diariamente. En otras palabras, los lunes, los martes y los miércoles hacíamos el amor invariablemente. Los jueves, los viernes y los sábados hacíamos el amor igualmente. Por ultimo los domingos hacíamos el amor religiosamente. Hacíamos el amor compulsivamente. Lo hacíamos deliberadamente. Lo hacíamos espontáneamente. Hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres, por favor, por supuesto y por teléfono, de primera intención y por ultima instancia, por no dejar y por si acaso, como primera medida y como ultimo recurso.

Hicimos el amor por osmosis y por simbiosis y a eso le llamábamos hacer el amor científicamente.

Pero también hicimos el amor, yo a ella y ella a mi es decir, recíprocamente. Y cuando ella se quedaba en la mitad de un orgasmo y yo no podía llenarla entonces hacíamos el amor lastimosamente. Lo cual no tiene nada que ver con las veces que yo creía que no iba a poder y no podía, y ella pensaba que no iba a sentir y no sentía. Decíamos entonces que hacíamos el amor aproximadamente.

Muchas veces hicimos el amor contra natura, a favor de natura, ignorando a natura. O de noche, con la luz encendida o de día, con los ojos cerrados. O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia. O viceversa.

Contentos, felices, dolientes, amargados. Con remordimientos y sin sentido. Con sueño y con frío.

Y, cuando estábamos conscientes de lo absurdo de la vida, y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro, entonces hacíamos el amor inútilmente.

Para envidia de nuestros amigos y enemigos, hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.

Para honra de nuestros padres, hacíamos el amor moralmente.

Para escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente..

Para alegría de los psiquiatras, hacíamos el amor sintomáticamente.

Hacíamos el amor físicamente, de pie y cantando, de rodillas y rezando, acostados y soñando.

Y, sobre todo, y por la simple razón de que yo lo quería así y ella también... hacíamos el amor voluntariamente.



Fernando Del Paso



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Gracias Anita por hacerme conocer estas palabras...se deben a tí.....

miércoles, 18 de enero de 2006

Ayer...

No sabremos nunca en que momento nos hacemos más insensibles, solamente ocurre, como de a poco, sin que nosotros queramos. Jamás estamos tan lejos de nosotros como en ciertos instantes... ¿Será que la capucha negra nos empuja unos pasos más allá, donde no teníamos pensado ir, y nos invita a pisar esa ciénaga de lamento y ausencia, en donde todo parece tan irreal y a la vez es tan "dolor" que no podemos más que separarnos de nosotros mismos para no caer al pasto? Y... la realidad nos pega, nos acaricia con una sombra, nos pega estando quieta y nos manda a dormir temprano, mañana será otro día dicen los que saben. Los que saben que mañana es otro día, y que por más que intentemos otra cosa va a seguir siendo una invariabilidad del tiempo sobre nosotros. Nosotros que nos creemos tan listos, ¿Estaremos listos para comenzar de nuevo?...Ya lo creo.... pero ahora ya no sé lo que creo.... Sólo sé que ya no creo ahora muchas de las cosas que nunca creí. Y para empezar de nuevo por ahí no está tan mal. Es un intento... como el mañana, que quizás es el intento que hace el hoy, un hoy que tiene un ayer feo, un ayer malo, pegador y sobretodo real.