viernes, 13 de noviembre de 2015

Frutos...



Uno de mis frutos 
posee en su manos
una superficie suave...

Otro  de ellos 
conserva en ellas
una zona áspera...

Cuándo fue que perdimos
en manos de las percepciones
el admirable trabajo
que hacen sobre las pieles 
las gotas de las sensaciones...


Sobre no saber escribir y querer expresarlo...



domingo, 10 de mayo de 2015

Dark / kraD

Cambian las costumbres,
cambian los valores,
cambia la vida;
hay que seguir.

Cambian los sentimientos,
cambian los amores,
cambia el corazón;
hay que querer.

Cambian los estados,
cambian los sollozos,
cambia el ánimo;
hay que vivir.

Cambian las tardes,
cambian las sombras,
cambia el dark;
hay que iluminar.





La noche se hace día y del sollozo nace una sonrisa.
En el dark se vive cómodamente. La luz nos muestra como somos.

Let there be light!


sábado, 4 de abril de 2015

One way or another

Es momento de actuar, tomar decisiones y seguir adelante.
Suena una alarma que te hace pensar en el camino a seguir,
en cómo llevar el día hacia una sonrisa segura.



Hacia un lado está el frío que aletarga el desenlace fatal.
El lado que más tienta siempre es el más peligroso.
Incendiario. Acelerador de lo inevitable.

—¿Qué hacemos?
—Solo 5 minutos más y ya.

martes, 31 de marzo de 2015

Negación

No.
No sé.
No se puede.

No.
No está.
No está en tus manos.

No.
No sos.
Ya no sos vos.

No.
Ya no.
Ya no hay vuelta atrás.

No.
Esta vez no.
Esta vez no elegís vos.

No.
No quiero.
No puedo.
No tengo.
No llego.

No.
Otra vez no.
No quiero que me domines otra vez.

No.
Emociones, no.


¿Ya puedo volver a ser mayor?
NO.



lunes, 30 de marzo de 2015

Changes

El viaje inicia en cualquier momento, ahí cuando estás mirando para cualquier lado, cuando la atención está puesta en otro camino, con un mapa erróneo y la brújula descompuesta.

Siempre que se avanza, los aparejos comienzan a ponerse tensos y el camino se siente denso.

—Vamos hacia allá. Dijeron desde la cubierta.
—El viento no sopla a nuestro favor. Dijo el contramaestre.
—Solo al final sabremos hacia dónde vamos. Dijo el capitán.

Y así comenzó el nuevo periplo de un grupo de aventureros que ansiaban dejar las costas tranquilas y salir en busca de nuevos horizontes.
La ansiedad se apodera de los navegantes en todo momento. Todos buscan llegar aunque no sepan hacia dónde van. Olvidan disfrutar el paisaje, olvidan observar las olas y los delfines que los acompañan. Olvidan lo más importante, dejar fluir el viaje.

Todo el objetivo se pone en peligro cuando los imponderables de la naturaleza comienzan a acechar la ruta transitada.
Monstruos, dragones, olas gigantes y vendavales que amenazan con desviar la confianza que se tiene en la nave.

El viento sopla fuerte y el mástil parece quebrarse.
—Rápido, ¡apuntalen!
—¡Remen, empujen, sigan!
Palabras de aliento de un capitán que ha perdido la fe y no sabe hacia dónde ir.

El peligro pasará, claro. Una vez que el plan B comience a tomar forma, por supuesto.
Pero, mientras tanto, lo que se escucha en la mente de todos sigue siendo lo mismo.

¿En qué momento nos engañamos creyendo que tenemos el control?

lunes, 9 de marzo de 2015

Lucha interior

¿Cómo se frena la paranoia? 
¿Cuándo se detiene la máquina de inventar pretextos? 
¿Quién maneja el interior de la marcha diaria?

Siempre que exista el autoboicot, la mente dominará cada instancia de nuestro andar.

¿Y el corazón? Él no piensa, solo siente. Pero está obligado a sufrir las consecuencias de la necedad, la ceguera y los impulsos.
Cada vez que siente, duele. Cada vez que duele, angustia. Cada vez que se angustia, se rompe.

En cada sinapsis se encuentra la energía para detenerse o seguir, volver atrás o actuar. Es en ese momento de pensar, cuando el corazón se rompe y decide suprimir lo bueno.

¿Detener la mente y abrir el pecho para no sufrir? Prefiero seguir.
¿No pensar y dejar que el amor fluya? Prefiero no sentir.
¿Dejar de lado las ideas infundadas y pasar a lo verdadero? Prefiero no mentir.

Para llegar a un buen final, solo hay que resistir.