lunes, 9 de marzo de 2015

Lucha interior

¿Cómo se frena la paranoia? 
¿Cuándo se detiene la máquina de inventar pretextos? 
¿Quién maneja el interior de la marcha diaria?

Siempre que exista el autoboicot, la mente dominará cada instancia de nuestro andar.

¿Y el corazón? Él no piensa, solo siente. Pero está obligado a sufrir las consecuencias de la necedad, la ceguera y los impulsos.
Cada vez que siente, duele. Cada vez que duele, angustia. Cada vez que se angustia, se rompe.

En cada sinapsis se encuentra la energía para detenerse o seguir, volver atrás o actuar. Es en ese momento de pensar, cuando el corazón se rompe y decide suprimir lo bueno.

¿Detener la mente y abrir el pecho para no sufrir? Prefiero seguir.
¿No pensar y dejar que el amor fluya? Prefiero no sentir.
¿Dejar de lado las ideas infundadas y pasar a lo verdadero? Prefiero no mentir.

Para llegar a un buen final, solo hay que resistir.

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