viernes, 30 de diciembre de 2005

ESTO ESTA LLENO DE VALKIRIAS
HAY POCOS QUE PUEDEN COMER EN EL PALACIO DE LOS DIOSES
EL BANQUETE ESPERA...
(LAS PROFECIAS DEL HERALDO NEGRO Nº 1)

lluvia de la tercera parte...

Ya los Griegos confiaban en los oráculos y emitian sus adoraciones a los Dioses. Ya el tiempo de guerra cupidesca se ha marchado de Italia. Ya los confines más absurdos del pensamiento han tapado su inconciente deseo de encontrar las verdades mas verdaderas.
Por estos momentos, pensar en algunas sorpresas con atisbos de locura, desengaño y tortas de feliz cumpleños no hacen otra cosa que inundar este inconmensurable destino de aguas turbulentas y misterios demasiado reales.
Cuando aquella vez que me dijiste "No te vallas, no me dejes sola" solo pensé en que irse era lo más tonto y reprochable que un hombre puede hacer, (descartando el ajedrez y los cigarrillos), solo pensé en que estaba volviendo, volviendo hacia atrás para empezar de nuevo, para encender la locomotora y llegar a tu estación sin demoras y sin prisa. Pero cuando un hombre se vá, el tren sigue sobre las vías su camino, y las estaciones se llenan de gente que quiere viajar hacia otros lugares sin despedirse, sin irse en definitiva. Pero hay otras personas, creo que son las que nombro sin nombrarlas, que se han quedado a dormir en los andenes del recuerdo, que conocen cada tren y cada via de la estación y que sin querer vuelven constantemente día tras día para dormir la noche, tras la noche misma...
Ya en otro tiempo de lluvia, disfrutando de a poco el dolor de lo que pasará mañana, solo pienso en escribirte algo que pase a ser agua en tus bellos horizontes del presente.

Alguna vez voy a escribir: "yo no sé cuidarte de mi amor." pero eso será en un tiempo que nosotros los dibujantes no sepamos y vos la dibujada... no seas mas que un dibujo... cosa que lo dudo....

Pequeñas brújulas para nevagantes de la cuerda floja

Estampita perfumada con vino peleón. El héroe es un buen tipo con santa suerte, pero este chancro de ciudad es un desierto... ni media alma vacía que llenar.

Un cajón de verdulería con la felicidad ajena...
melenas de león dormido...
viruta de paisaje...


No escribió la TV, no guardó su ticket de stairway to heaven ¿quien es tu sponsor?
Se le encendió la chispa cuando se quemaba la casa, la cerradura del oído con mil cuentas impagas.
Y cuando sus calmas simuladas rompieron el lazo, una intifada al corazón los peinó de piedras.
Y en las manos del dios, y en él sus dedos, se juntan a cada rato. Es el aplauso que no se espera. Mira que hay un pibe que tiene estos mismos ojos, que ayer ni le miraron. ¡Actores ahogados en una buena farsa!

Profecías no cumplidas...

Otra vez el vino...

Y gritó:

!Este escupitajo de ciudad es un desembarco de piratas en Barcelona decadente!, ¡baratísima!, ¡mal hecha!. ¡Gaudí tuerto con suspiros de revoque! ¡Un rejunte de paganos con visas de héroes! ¡Un par de ilusiones! ¡utopía séptica de galenos borrachos que al cruzar la vereda se mueren por saber la puta, catastrófica verdad!

Domingo a la tarde...
Lunes a la noche...

El vacío es el fondo de un vaso. Nuestro estanque ya nos despierta, una (y otra) vez más.

domingo, 25 de diciembre de 2005

A estos Hombres................Tristes.......

Inspirado sin creer, suenan nuestros nombres, luchando por no ir al letargo de las sábanas.
La ciudad se mueve, pensando en la soledad que nos mantiene despiertos. Y dormimos contentos con los recuerdos que el viento se llevó... los tatuajes siguen ahí, pero vos , princesita... no estás marcada en mi piel, solo preparo la próxima reunión que me dice que serás la reina.... solo sueños.... en estos momentos en los que no andamos pensando... si no que solo sentimos esas ganas absurdas de ser esto que estamos siendo...

Cuando se dispersen los sonidos y la luna no tenga esa medialuna que atrae a los hombres que creen en la belleza, cuando no tengas una sombra bailando interminablemente en la noche más tibia.... cuando un regreso no signifique la eterna agonía de los sonidos que mueren... cuando solo queden palabras para nombrarte, definirte y amarte...
cuando solo yo piense en tu tierra, y solo este mundo sea tuyo, intimamente tuyo... cuando todas esas cosas que nos asechan esten arriba... y cuando este color rojo te vuelva a mirar entre los pies y las manos.... recién en ese momento reconoceré mis errores, porque simplemente ese es el canto del viento que regresa constantemente con la sed de tocar el cuerpo que acarició la ternura que te gobierna... y después de eso hablaré con los brujos de los conjuros que se han ido... y tu estarás ahí, pensando en las mareas de los deseos, y volverás a vivir la lluvia apagada de las cosas simples... y yo te extrañaré... y recordaré el cómo y el cuando de los gestos más hermosos que un hombre puede abrazar... y afortunadamente me acordaré de vos... princesa...y lloraré por no haberte escrito canciones, y por no haberte invitado a la plaza a tomar unos mates...
Y eso será mi mundo.... y eso es mi mundo.... y eso fué mi mundo....


"Aunque no eres real, Vas a perder tu amor"

"y donde estás ahora?... que el viento borró tus manos"

jueves, 22 de diciembre de 2005

La pereza pide que caiga del cielo

La vasta calma que inunda este calor me esta matando. Más que la contradicción. La desesperación se toma un daiquiri en el sillón de mi comedor y mira a los costados, tranquila. Si las marchas y contramarchas de mis ideas y alucinaciones de futuro pudieran escribirse, serían lo mas parecido a la coreografía de Gene Kelly en Cantando bajo la Lluvia.
Es que he perdido en exactamente 88 dias (89 contando esa minuscula noche) todo contacto con la Tierra. Soy un astronauta sumergido en un gran universo hecho de Domingos a la tarde. Fatídicos Domingos a la tarde, que son el abandono de toda utopía. Nos acicala la buena fortuna, donde la resaca nos pasa factura de los excesos, nos miramos el ombligo con cara seria, y por la ventana vemos, aplastados por el calor, a los niños sin ganas de jugar.

La sed de estrella casi acabada en el fondo de la heladera, ya no resucita las esperanzas de antaño. Han quedado apiladas en un archivador de cartón, de esos que vienen con manija. De los que se ven en los juzgados. Y yo hace tanto que no pronuncio mi nombre. Hace tanto que no lavo mis pieles.

En el vaiven de las reminiscencias, entreveradas las caras que supieron ser nuestras (que supo ser mía), aplasté toda ilusión, y eso hace que no pueda emitir agua por mis ojos. Es un gimoteo que a veces parece forzado. Como el de la falsa tortuga. En algunos momentos pienso que la causa sea creer que todavia estas ahí.

Alguna vez escribi:

Suave murmurar de labios en la tormenta...
suave papillon de seda
la imagen de tu sombra en mi fe...

Ya no existe imagen, la sombra se ha hecho presente en todo su lujo.

Al fin y al cabo, todo, todo esto, no ha sido mas que una invocación a la lluvia. Lo he logrado. A medias. Afuera llueve y diluvia. Adentro no.

miércoles, 21 de diciembre de 2005

Bitácora de viaje.

Encayamos nuevamente en las profundidades de este abismo. Luego de una aparente refacción de la hélice y de las calderas, habíamos comenzado a navegar.
A pesar de las negativas de mis contramaestres, tomé el la ruta de navegación que las cartas navales me enseñaron. La que se debía tomar para poder salir sin mayores perjuicios, pero no me percaté de las condiciones del deshielo. Debí prevenirlo, pero mis ansias de salir eran tantas que me apuré en tomar esa ruta y colisionamos una vez mas.
¿Acaso no podía esperar unos días a que las condiciones sean adecuadas para poder tomar esa ruta?. ¿Porqué ese afan de cerrarme en mis creencias, tomar ese camino en ese momento y no escuchar a nadie?.
Quizás las fuerzas del destino y la fatalidad desean que quede encayado en este lecho marítimo hasta que se consuma el aire de este submarino. O tal vez yo mismo estoy forjando la suerte de esta nave, de toda la tripulación.
¡Deseo ver la luz del sol nuevamente!. Deseo tantas cosas en momentos así. Quisiera poder encontrar una solucion a este desastre. En una primera instancia, no provoqué el inicio de esto. No debo culparme por ello. Pero una vez que conseguimos salir adelante, estropeo todo con mis bloqueos, clásicos.
Pido perdon a toda la tripulación, pido perdon por tanta desdicha. ¡¡¡Pido perdon por mi neglijencia!!!.
Quisiera poder arreglar esta situación. ¡Quisiera tantas cosas!.
Solo la fe y la habilidad de los buzos y mecánicos podran decir cuando saldremos de esto.
Ahora mejor vuelvo a dormir, o al menos intentarlo. Tanta carga me está quitando el sueño...

martes, 20 de diciembre de 2005

Tragedia de Heldin Ariaz

Un día, hace ya un tiempo, una persona se acerca a su habitual lugar. Le pregunta unas cosas. Todo parece quedar ahí. Pero era solo el comienzo de una gran odisea.
Los días pasan, y éste personaje sigue en su letargo mental, hasta que la heroína nuevamente decide despertarlo.
Esta vez le enseña unos manuscritos. ¡Los diálogos perdidos!. Eran eso mismo. Diálogos entre héroes.
El personaje admira semejante belleza literaria y se queda perplejo, sin nada que decir.
Una nueva palabra había aprendido. ¡Silencio!. Ese que buscó durante tanto tiempo, sin darse cuenta lo había encontrado.
El mutismo que causó la lectura. Esa afonía, que más adelante se transformaría completamente.
Este hombrecillo, que llamaremos Dünn, se retira de la biblioteca pensando, divagando, recreando el momento.
Llega a su placido hogar, calienta la cena y se recuesta en su lecho.
Heldin, la heroína de este cuento, continúa en su lectura. Se retira a su claustro, a derramar palabras con sus condescendientes.
Ahí estaban ellas, anonadadas ante las cosas que Heldin contaba. Pues, ¡nunca antes esto había sucedido!.
Heldin, tenía una ilusión. Ella proyectaba sus sueños hacia su rey. Poniéndolo en un pedestal dorado que enceguecía a todo aquel que intentara acercarse. Lo envolvía en preciosos mantos repletos de rubíes y piedras brillantes. Estaba tan embellecido que ni siquiera Heldin sabía que había tras tal riqueza.
Un lapso pequeño de tiempo después, sucede lo inesperado.
Dünn, absolutamente falto de realidad decide acercarse a Heldin. Ella estaba lejos, no tenían contacto visual, pero ambos lograban comunicarse. Utilizando la magia, podían sentirse cerca.
Heldin decía lo que él necesitaba escuchar para acercarse a esta realidad y Dünn, en un acto de valentía pide a Heldin que puedan dejar de lado la magia y encontrarse uno con el otro, en el mundo real.
Ella accede a su desesperado pedido y se cruzan en un mítico camino.
Esa noche, fue la gloriosa noche que todos recordaremos como el “Solsticio”.
Los protagonistas tienen una extensa conversación de temas muy diversos. Deciden que es tiempo de retornar sus respectivos lugares, pero Dünn es invitado a ingresar al claustro.
Acepta sin dudarlo, se sienta, piensa unos minutos y comienza a despertar. Ve que ese silencio que antes consiguiera, era un pequeño indicio de lo que el destino deparaba para su futuro.
Dünn hace caso omiso a las señales que se le estaban presentado, decide seguir afuera de la realidad.
Luego de ese pequeño lapsus, Dünn siente la necesidad de hacer algo. Se arma de coraje, toma con ambas manos a Heldin (de su bello rostro) y la besa apasionadamente. Un mágico beso.
Heldin recuerda sus momentos en los que embellecía a su rey y ve como éste comienza a desvanecerse.
Heldin estaba asustada pero tampoco le hace caso a estas repentinas señales.
Pasan juntos la noche, unidos por un abrazo eterno.
La vida sigue con su curso, Heldin sigue preguntándose el por qué de este desvanecimiento parcial de su rey.
No comprende las razones, no puede pensar en otra cosa que no sea en eso.
Dünn aun dormido se comporta extrañamente. Pobre necio, ¡no sabe lo que tiene ante sus ojos!.
Debido a su idiota comportamiento, Heldin decide retornar hacia sus orígenes. Hacia la fuente de la vida, de donde ella provenía.
Dünn queda solo en el banal ruido, aturdido.
En un momento de claridad comienza a despertar.
Se da cuenta que había conocido la continuación del silencio. Toma conciencia de la magnánima odisea en la que emprendió viaje sin darse cuenta.
Dünn, sin saberlo, estaba mas cerca de lo que nadie había llegado jamás. Estaba dotado de poder.
Tenía la posibilidad de destronar al rey. De acabar con un gobierno que muchos consideran una tiranía.
Lamentablemente ya era tarde. Heldin, al encontrarse a los pies de la fuente, consigue devolverle al rey lo que era suyo: el poder, la grandeza, su gobierno.
Regresa al mundanal bullicio y, al encontrarse con Dünn, le explica todo lo sucedido en su viaje.
Dünn no comprende absolutamente nada. El había despertado, consiguiendo lo que nadie pudo, lograr al menos desvanecer la imagen del rey.
Por desgracia, y como todos ya sabemos, despertó demasiado tarde.
Los días pasan y Dünn no puede quedarse así.
Elige luchar contra la tiranía. Prefiere arrojarse al vacío. Meter su cabeza en las fauces del feroz león.
Pobre Dünn, sabia como eran las cosas pero incluso así, decidió involucrarse en la lucha.
Heldin le abre las puertas del Edén a éste terco Dünn.
A partir de este momento Dünn se siente tan cerca del sol, siente que puede tocar el cielo, siente tantas cosas hermosas (casi tan hermosas como la misma Heldin), que olvida por completo su lucha y cree que Dios le ha sonreído por una vez.
Como siempre, el mal hace su aparición. Las cosas entre Heldin y Dünn se complican. El rey ejerce demasiada presión.
Heldin, confundida, decide dejar de lado a Dünn. No consigue aclarar sus ideas y se aleja.
Nuevamente, Dünn no comprende. Sigue luchando, inmerso en una oscuridad que lo envuelve todo.
Estas actitudes de Dünn complican a Heldin hasta el punto que nuevamente ve como su rey se desvanece. Abre, una vez más las puertas del Edén.
Pero el mal estaba ahí, acechando. Una situación muy simple llega a convertirse en martirio. Dünn encubre detalles de esta situación.
Pero Heldin, muy zagas, advierte la falta de conectores y descubre a Dünn en su ridículo intento de ocultar elementos.
Se rompe la llave, pero esta vez por culpa entera de Dünn. ¿Cómo puede llegar a pensar en hacer lo que hizo?. ¿Quien pretende que es, ocultando cosas?. Eso deberia haberlo dejado para un rey, que por algo esta en el lugar que se encuentra. El rey sabe lo que hace.
Rota por dentro, Heldin se retira a su claustro absolutamente desilusionada de Dünn. Ella creía que él era tan especial.
Lo que Heldin no sabía era que Dünn había ocultado estos detalles porque pensaba que la situación era demasiado compleja (culpa del mal que acechó, ¡la situación era muy simple!) y que se iba a malinterpretar.
Lo que se interpreto fue, efectivamente, la actitud de Dünn. Un entupido intento de querer controlar la situación.
Heldin perdona a Dünn. Pero nada seria como antes.
Estuvieron juntos (con pequeñas interrupciones) durante un tiempo, contando a partir del Solsticio.
Dünn había conseguido su suelo. Sentía que estaba en tierra firme. Ya nada podía pasarle, ya que Dios le convidaba sonrisas, había hecho que Heldin se cruzase en su camino...

lunes, 19 de diciembre de 2005

No modifiquemos la percepción, que la realidad es una sola.

Parte 2

Cansado de galopar sin montura, al lomo de este blanco corcel, me bajo definitivamente de la carrera. Tratando de cambiar mi monóculo, me doy cuenta que a ciencia cierta, todo está en su lugar.
¿Acaso estás demasiado crudo para entender?. Nada cambia en este mundo, es toda una misma historia.
No tiene sentido, no tiene razon. Solamente tiene una verdad, que la muestra y a regañadientes uno trata de consumir. Pero, como siempre, uno impregna de pinceladas coloridas a esta verdad, dejandola simplemente plagada de matices que confunden y visten sus afiladas aristas.
Siempre quise saber las causas de la ceguera temporal. ¿Es, quizás, solo una necedad? O más bien, ¿es una necesidad para sentirnos realizados?.
Camino y me alejo, unos pocos metros, de la calvarie. Llego a mitad de camino entre el odio y la verdad.
Miro hacia atras y solo veo lo que veo. Malditos colores, malditos pinceles, ¡malditos malditos!.
Quisiera recuperar mi sendero, ya no me queda cuero para cruzar la campiña.
¿Habremos cambiado?. Creemos que sí...

Sobre la lluvia de hace un rato...

Entender como mira el perro cuando llueve no tiene antecedentes claros.
Vos, Chiquita, que te acordaste de mí en este momento en que la lluvia se ha marchado, me hace pensar en tu partida, fugaz y dejando muchas gotas en la ventana. Pegadas sobre unos recuerdos secos y desérticos, que había pensado que eran inconciencias. Tu Jazz Italiano y tus voces cantando los dibujos de las fotografías, tu maldad que me produce alegría, y los conjuros que no llegan. Paris te extraña sin que se abalancen las gotas repartidas de los libros sobre tus hombros. España te desea, Barcelona será quizás tu próxima aventura.
Pero no nos olvidemos, Princesita, de tus mentiras y de las verdades que nos han abrazado. Parece que nunca nos hemos visto, y sin querer la verdad de nuestros mundos perpendiculares nos persiguen. Es que no nos conocemos, es que la lluvia nos hace olvidar que no nos amamos.
Pero, sin más luz entrando por la puerta entornada, unas palabras que no estarán nunca de más...

Como la copa rompiéndose en el suelo,
somos miles de pedacitos que no contienen ya el elixir,
Y si hubieramos pretendido no tener miedo,
quizás nuestro encuentro habría sido un recuerdo...

Solo que no espero nada de tu boca,
ni mucho menos de tu regreso....


Entonces aquí espero, muy pacientemente que no vuelvas, y con unas palabras que no son mías te indago sin tenerte:
"Ya no te amo, mi amor"...

sábado, 10 de diciembre de 2005

Hélas

Intimamente deseando volver.

No somos precisamente afilados, pero por suerte tampoco lo fingimos, aunque de vez en cuando, y solo por tentacion de barro, pasemos prolija gamuza a las chapas. Aun estamos pestilentes, oliendo a miasmas, y los mismos hedores a los que hicimos cruz diablo, entablamos dialogo. No somos precisamente estupidos, pero carecemos de las elevadisimas inteligencias que los pequeños grandes ocios han dado los espiritus sublimes. Tampoco podemos quejarnos del tiempo, ese pobre molino que nada nos ha hecho, mas que amenazarnos.

Teoria de la calma frágil o la insurreccion del cuerpo

No somos mecenas del suelo, pero besamos su arte al caer hermosamente. Atamos como nadie nuestros barquillos al lodo. Y mientras menos flotamos mas nos hincan las serpientes. Como no explotar, digo yo... La vuelta del sentido busca su reves por el centro de los mantos. Sometidos al azul “quisiera”, si tu quisieras... Y de ases bajo las venas, con buenas seborreas de vino con pasta dental, y sillas que me muerden el recto. La neurona aniquilada susurra un canto de libertad bajo vuestras fauces de mariposas mal cogidas. ¿Porque no recortar con navaja la piel del rostro del candidato y estamparlo en el afiche? ¿Verdad que seria bonito ver su rostro sin ojos y sin dientes, arrugado por la pegatina?

Pueden imaginar entonces ya desfiguradas las penas, cual es este idilio. Ah no! Lo olvidaba. No hagan ruido que hay gente despierta! Pobres los despiertos, nunca durmieron. Tienen plena conciencia de lo hecho. Yo no. No me acuerdo. Me lo han contado y vomitado mil veces como un reproche escolar. “Prohibido emborracharse y gritar sandeces” “Prohibido hacer el ridículo” “Prohibido explotar, que a nadie importa tu alma, idiota sacrílego enfermo hediondo maldoliente” Bienvenido a mis mascaras , esta es una de mis mejores tragedias.

Si unimos medio cielo al dique de nuestro ingenio, nuestro estanque alucina. Tan idiotas que damos miedo, ciertamente pueden sufrirnos quienes su tercio de cabalidad les comunica que la nuestra es una quimera etílica... y a ver quien pone mas cara de carnet.

Miles de fuerzas se evocan.como el fuego. Seremos mundanos algun sin disfraz cierta vez, pero en tanto no seremos. Morded la fruta del azar, que la copia es ley mas no el copiar.

Que aquí vienen, otra vez, los jinetes con sus huestes de angustia. Que aquí vienen y arrasan con el suero de los bares. Que es tiempo y al paso suena.-

Ni vida , ni tumba.

Enfadado con el enjambre. Solo sabiendo que los mareos pasan, las vueltas y las idas comen de los corazones. "Tenemos los amigos" diría Sabina, y un par de errores saltando con los motivos.
Los viejos, acá, allá, están. Agua con sabor a pomelo, unos pocos momentos para volver a los beatles. Las gracias están dadas, los recuerdos volviendo.
Te quiero porque no estás en este instante, porque estoy solo y esperando a que sea más de día. Porque no amanece con lo conocido, porque no hay que cortase las venas (como diría Sabina).
Es que mi responsabilidad es quererte, con tantas ambiguedades que no te quieren. Los miedos ya no saben abandonarte. Y yo solo pienso en pensarte.
Pero cuando de todo esto me toque amarte, quiero no pensar en quererte.
Pensaba en escribirte, pero no quiero escribir. Quiero pensarte mientras te escribo, y que la soledad no sea cómplice del deseo. Estás en donde no te busco. Ya lo habrán dicho otros.

miércoles, 7 de diciembre de 2005

Misterios....

Eran las tres menos diez de la noche más oscura del último mes. Sobre el escritorio reposaba la carta echa un bollo que había sido abierta hacía dos horas, con un poco de imaginación se lograba descubrir una frase escrita con Azul sobre el papel blanco, ella parecía haber dicho lo siguiente: "...no me lastimes con tus crímenes perfectos...".
En una pared blanca de la habitación al lado del escritorio y de la cama destendida, escrito con rojo por sobre el cuerpo tranquilo y aún tibio se leía claramente: "El dolor no ha matado la utopía".

Quizás nunca estuviste tan en lo cierto...
y ahora que grabo en la piel las cintas y las copas
no encuentro un destino más propicio
que se encuentre tan lejos de los mundos
y tan cerca de las ficciones
que niegue la suerte de los espacios
y mate con una caricia el tiempo.

lunes, 5 de diciembre de 2005

Las nubes negras del lugar

... iba caminando hacia la esquina por el cordón de la vereda, cuando se interpuso en mi trayecto esa señora mayor que sin querer obstaculizó mi andar con su bastón produciendo un tropiezo, el cual visto desde la vereda del frente, debe de haber causado mucha gracia...


Bueno, ya recuperado de las risas de los transeúntes y de la cuasi-caída (por suerte encontré en una mirada rápida el parquimetro al alcance de mi mano), paso a comentarles....
Día nublado, ráfagas de cientoveinte kilómetros por hora desde el sur provincial, aunque aparentemente provienen de esas masas de aire frío que se producen en el polo, o algo por el estilo. Buscando una pelicula -El puente sobre el río Kwai- del año milnovecientoscincuentaysiete recomendada por el que puso la semilla en aquellos días en que faltaban nueve meses para que yo saliera del letargo placentero (si, placentero, literalmente). Intentando amainar las interminables ganas de fumar un cigarrete (por supuesto que la paciencia cuenta). Y por sobre todo recordando, recordando cuando eramos felíces, cuando casi no pensaba en la cantidad de espeluznantes canciones existentes que nombran los preciosos momentos que hemos vivido.... (qué lamentable, no quiero hablar de eso hoy).

Recuerdo una vez, saliendo de un barrio que lo vamos a llamar "cuartas de árboles" (solo para entendidos o que moren en la ciudad en la que vivo), me encontré solo, domingo como pócos domingos tan horriblemente feos climáticamente, en el sector de detención del ¿Autobus? millares de piedras atestiguando al costado de la calle principal las gotas que empezaban a producir ese sentimiento de desesperación seguido de la sensación casi futurológica de saber que si no llega el colectivo en unos instantes no solo te empaparás hasta el pupo sino que también comenzarás a maldecir, siempre empezando por lo que menos reacción pueda tener (objetos inanimados), banco de mier... se me van a mojar los cigarretes, poste del ort.... me voy a cag.... de frío, y así sucementesiva hasta llegar a los objetos animados (Esponja atenerse), este colectivero y su p....madre que no se apura seguro está atendiendo a una barby tuneada. Mientras tanto, un señor muy cautelosamente desde la ventana de la casa que está del otro lado de la calle, baja las persianas de su hogar calentito y seco, con cara de "si no te tomás el colectivo en cinco minutos llamo a la policía". Desde lo lejos, con miopía vislumbro un autobus acercándose a razón de noventa y ocho kilómetros por hora (no soy bueno para los cálculos y menos cuando la lluvia me moja el papel y me olvide el lápiz), y me dije: - Este chango no me va a ver, va a pasar como si fuera un perro refugiado en la garita-. Ya a unos veintidos metros de distancia (no soy bueno para los cálculos), sentí que comenzaba a disminuir la velocidad.
En resumen, me subí al autobus y recorrí la distancia que separa el trayecto del viaje. Llegué a casa después de haber caminado largos tramos desolados y sinceramente aterradores. Eran las dos y cuarto de la noche cuando intenté abrir la puerta, la lluvia había decidido mudarse a otros destinos igualmente secos antes de su llegada, nadie en la calle, charcos y sapos danzantes vigilaban mi búsqueda de las llaves, el instinto persecutorio hacía más penosa la búsqueda, ya habían pasado dos minutos y por el flanco derecho observé cómo dos aspirantes a guardarse lo ajeno por medio del delito se acercaban sigilosamente hacia las oscuras sentencias del destino.
Ya adentro de casa, contando los pocos metales que perduraron a la apropiación ilícita y secando las gotas de lluvia mezcladas con las de sudoración, me permití unos pocos minutos de descanso en el sillón de mimbre que guarda tan bien la forma de mi retaguardia, quizás queriendo empezar a preparar unos mates, tal vez intentando evaporar la humedad de los cigarretes con la flama de una vela para poder fumarlos tranquilamente, y definitivamente comenzando a escribir este relato que ahora quizás termine.

domingo, 4 de diciembre de 2005

Volver ni a palos...

Recien, cuando esto parecía más fácil, solo pensaba en volver. Volver a mirar por sobre la tapia del patio, volver a cortar el pasto -Pasto: estés donde estés nunca te olvidaré.-, volver a caminar por esas baldosas sin mirar el cielo, volver a jugar a eso que jugábamos nosotros, volver al misterio, volver a las cosas cotidianas, volver a quemar las tostadas (solo tres minutos de más y toda la casa llena de humo y reproches), volver a prestar atención en la escuelita, volver a leer las flores de tu jardín, volver a regarlas, a regalarlas, a olfatearlas como un perro que está por hacer pis, volver a buscar las patentes, los anillos, las rosquitas y los zoquetes que se volaron de la soga. Y así estamos, aquí estamos, el nombre de este blog es Se lo lleva el viento, y el primer post es volver ni a palos.
Quizás, por aquellas lejanas tierras donde te encuentras, el viento a decidido no volver , dejando la lamentable consecuencia de no traer lo que se ha llevado...
Esto irá dedicado hacia tí, pero es para todos.
Volver.... hasta cuando?

empezando...

Todos los que ahora leen mas adelante seguiran leyendo...