miércoles, 28 de octubre de 2009

No longer


Cae el mito de la inmortalidad
dejando vacía la superficie
quedando nada menos que el final.

Somos testigos de un gran descubrimiento,
todo termina a la vuelta de la esquina.
Solo debemos mirar.

Las ilusiones huyen despavoridas ante tu llegada.
Ríos de sal anuncian lo inevitable
La represa se terminó,
el río se secó
y todo el paisaje cambió.

Se venció.
Te venció.
Me venció.
Finale.

lunes, 19 de octubre de 2009





Ya se donde desearía estar de vuelta: volver al agua de la biología y huir del aire de las ciudades, vomitar los neones de cáncer y vivir en la savia de los ancestrales espíritus del río. Volvería a los lindes del pueblo a secuestrar mujeres y niños, respetaría el luto después de cada cacería. Danzaría descalzo, cubierto por las palabras de un oso pardo. Mis ojos dorados brillando en medio de la noche. Semen - luz del río muriendo en el orgasmo del océano.

Agua


¿Como no vamos a estar asustados?
Asustados y sin aire.
Nacemos del agua y sin aletas.
Mientras miles se retuercen en el suelo,
librando su última batalla contra el aire.

miércoles, 14 de octubre de 2009






La ciudad entera fornicando en las afueras. Sudor y esperma sobre el celuloide. Pocos recuerdan que el cine es la llama que consumirá al mundo. Nuestra guerrilla ocular dará el golpe. Nosotros conocemos el teorema de la descomposición, sabemos de los relojes que existen dentro de cada naranja. Hay una belleza sorda en las ruinas de la ciudad que decide el orden del orbe.
Ciudad en llamas y humo, subiendo como dedos al hacia el sol, como espermatozoides hacia el espacio, fecundando nuevas serpientes. Todo es un tallo que lleva en si la pomposa gema del génesis y el film de su fin.

Todo echa olor como la carne al sol,
miles de huellas
inoportunas como tormentas
llegando al cielo nocturno… Hasta el semen de Sade está seco
sobre un hueso de ámbar



Nada de descanso en la noche,
durante el sueño
Hemos conducido nuestro frágil esquife
a través de la tormenta
Despertamos pegoteados por la sal
y la brisa de la pesadilla.

Puor-Soi


Todo lo que existe es un jarabe


Porque a veces se desvelan las moscas
y vuelven a ser aquellas pequeñas ruidosas molestas,
que obligan a nadar en el aire,
a chapotear y dar brazadas sin tempo,
queriendo atraparlas,
temiendo matarlas.

Porque la libertad en tiempos de celdas abiertas,
se compadece de las aves,
y su inútil correr detrás del tranvía.
Se despluman y me cuentan de sus plumas perdidas,
se convencen de no saber volar.
Alguna vez corrí un bondi,
sabiendo que lo corría.

Le dí a un vagabundo un mundo que gobernar,
y al elegir se ha elegido a si mismo,
y se ha comprado un nuevo traje.
Hoy es nada,
hoy es un espacio para llenar.
¿Soy hoy lo que no soy?
¿O lo seré mañana?
Seré ayer en hoy, después, mañana.
Un vómito salvaje del peligro.

Elegir, esa es la cuestión.
Nos queda elegir,
que es la nada, que no es la nada.

viernes, 9 de octubre de 2009



Las veo ladrándole a la noche en parques gastados, llevando sus libros y panfletos bajo el brazo. Su mirada tiene la convicción de lo inevitable. Las veo hermosas, de acero, como robots de la esperanza, llevando a cabo en sus sueños
el sueño justo, la libertad de un comité central. Creyendo que en el fondo del camino están los niños riendo felices.
Las veo boicoteando el destino de esta eterna carcajada, saltando en un folleto cinco casilleros de este soberbio juego negro.
No voy a negar que es un buen maquillaje…

Composición en Gris


Mis días, mecánicos engranajes de repetición. Una jungla
de relojes donde nunca nada sale del dictado vital,
del designio de una voluntad demasiado bien aceitada. Allí, donde detener las ruedas es solo un sueño, donde burlar
a las mentes de redes telefónicas y dedos sin manchas importantes
es un juego de topos. En mis días,
y tal vez en los tuyos,
cientos, miles de horas computables, analizables en rendimientos grises,
días que poco sirven para mostrar al ejército de damas y señores de la platea, que agitan logros en abanicos para quitarse el calor
de la duda.
Y después, a otras horas, los días despachan a los vendedores,
esos risueños lagartos que promocionan gigantes olas borrando toda la mierda,
o a temblorosos y tiernos consejos sobre la calma y la aceptación. Vendedores de souvenires de la infancia,
recuerdos de patios y pájaros,
de olores y manos de abuelas.
Vendedores de amor,
de miradas de niños,
de sus ingeniosas salidas a situaciones
cuya cotidianeidad nos ha esterilizado.
Vendedores de biblias laicas,
de recompensas en la eternidad en la tierra.
Vendedores de líquidos blanqueadores
que quitan cada vez menos sangre
de las camisas. Y sólo devuelven la pureza que los computadores
le roban al blanco,
como el tizne de la ciudad se los roba a las palomas.
No, no es raro
que para sanar se vendan Anti – bióticos.

Deus Machina

La nube de los desperdicios vuela ahora sobre todo el mundo, nada, absolutamente nada es infalible, nada. Todo debe caer, todo debe extinguirse, primero fueron los mounstros marinos, le siguieron los dinosaurios, enormes barcos de carne y hueso flotando por el mundo que aún se besaba en cada una de sus costas. Después fueron las aves gigantescas las que cayeron de los cielos a pudrirse en la tierra, enormes mamíferos colmaron el planeta, aun más tarde puntas de hueso, lanzas arrojadizas con puntas de silex, cazadores recolectores y posteriores agricultores, luz de las estrellas, en casi un día y una noche: pirámides y templos escalonados hacia el cielo, nuestro primer desafío a los dioses cuando aún habitaban en selvas y desiertos, antes de que marcharan al cielo a cobijarse entre las estrellas y el polvo de la memoria de la tribu de los bípedos. Tiranías hidráulicas. Ejércitos se levantaron y ríos de sangre se vertieron en las llanuras y frente a enormes muros de deliciosas ciudades cuya bruma aún llega a nuestras camas por la noche. Reyes, emperadores, hombres capaces de conquistar el mundo. Sodoma y Gomorra nos enseñaron los placeres de la carne y el terrible temor divino abandono la eternidad para introducirse en la historia y aniquilar los focos urbanos de la humanidad hecha carne. Faraones, Rey de reyes, hombres maquillados como mujeres cubriendo al mundo de dos centímetros de sangre...caen Ninive y Babilonia, Menfis y Jerusalem, Ur ya era una ruina para entonces. Persepolis se yergue en el orgullo del desierto y se estrella contra escudos griegos, 300 espartanos siembran terror en los hijos del desierto, el primer maratón y la fina filosofía disputan su lugar en las mentes...Los dioses copulan ruidosamente en el mundo que aún vive en la sublime posibilidad de las cosas. Flechas partas y gritos de guerra combinados en las retinas rojas como la esperanza. Hacia el oeste una aldea de pescadores y campesinos absorbe cultura desde un vaso etrusco y platos griegos, Roma es la luz. S. P. Q. R. Vini vidi vinci tu quoque fihli mihi? Vare Vare redde mihi legio plaudite quosque tandem Catilina? Hannibal ad portas!! Galia est onimini dux partes divide et impera princeps senatus numen dialis in vino veritas ego sum caliga sol lucet omnibus...Juliano intenta recuperar las odaliscas y los días de Baco pero todo esta perdido nuevos señores se yerguen sobre el miedo a la muerte...las ruinas viven aun hoy entre los códigos de preciosos edificios...vagan hordas rubias en los fértiles campos del vino, los hijos del martillo, los que beberán y comerán hasta saciarse cuando mueran en combate, refinan su barbarie y abandonan el banquete celestial para convertirse en piadosos y anchos caballeros...en el este, los Ángeles del desierto han escuchado la palabra del profeta y se levantan para recorrer el mundo, álgebras cimitarras y astrolabios, sus ciudades de estrechas calles y grandes bazares resguardan a los viejos verborragicos del ágora. El odio entre monoteístas es mil veces superior al odio entre los huérfanos de miles de dioses, sin embargo se juntan en la dorada Hispalis, se traducen y se leen ávidos de conseguir nuevas armas. Jerusalem se llena de sangre una vez más. Paris reclama la bruma escarlata de Babilonia y la consigue, vemos hacia atrás con amor goliardo…los campos se llenan, la vida no se endurece porque no se puede endurecer la roca. Sobre el Caribe la sangre se mezcla. Los cuchillos de Jade abren torsos espolvoreándolos con chocolate, mil especies de maíz mantienen un imperio en las nubes. Muerte de Plata, diablos en las galerías de la gigantesca mina. En el Albión encuentran la salida a tan poco provechosa posición, el alma insular dominara con aroma a mar y mercancía del humo, la gran Bestia ha nacido juntando en su cabeza todos los cuernos de las bestias que ya han muerto, el metal filoso ya no es una espada sino una moneda…A la Bastilla, revolución, girondinos lubricando el fin y jacobinos lacerando hacia delante, El Marques nos muestra las pasiones que se esconden entre mierda, sangre y semen…silenciosos gritos de independencia preparan al nuevo imperio, el Cincinato de América coloca la piedra basal del nuevo imperio uniendo el sarcasmo y la muerte en los rozagantes rostros de la democracia…canta Walt y aún así, equivocado, sus palabras entran en nuestro torrente. En la isla desvencijada e insignificante nace el hombre que será invencible aún después de Waterloo, ¿Quién no tuvo un Waterloo después de él? Vístanme despacio que tengo prisa…la vieja Germania nos dará que pensar, que oír, Ostermark, Nacht Musik, Rondo alla Turca, Sinfonías del sordo que no necesitara oídos... románticos faustos jugando a Wilhem Tell, Kant, Hegel y el dueño de las almas jóvenes, la barba que tapa las chimeneas del mundo llamando a las espaldas cansadas de todo el orbe a unirse tras el fantasma. En Balaklava un inútil convierte a mil hombres en héroes. El inútil vive y los héroes mueren… Y sigue la sangre, siempre la sangre en carrera hacia la primera gran acumulación de panteones, como nunca antes vimos…Trincheras y gas, los niños dándose la mano sobre pilas de cadáveres y aún vuelan los barones con códigos de caballeros en los teutónicos sobacos…al medio aparecen las luces que aun no hemos superado…los salmos rojos parecen ser la esperanza hasta que la libertad y la vida se manchan el vestido con sangre que no era vertible, sangre de sus propios hijos. No me refiero a los ruidos de Ekaterimburgo, ni siquiera a los adolescentes cosacos lanzados a la muerte por condes gordinflones…No. Todo vuelve al curso normal, el río que cruza Sebastopol también se hiela por muchos inviernos más…Dada, nuestro prolífico padre hoy muerto, la locura y el gran masturbador, minotauros, el cáncer y los trópicos, el viejo Ezra viajando hacia el sol de Toscana con una camisa negra y la cabeza llena de cantos…muchos que mi lengua no olvidan pero que trepidan en los dinamos de la noche musgosa… Suena un disparo en Granada y la mosca se aleja del torero…El martillo de Thor se eleva de nuevo y golpea la nieve asentada en los oscuros dictados de monjes oscuros y las pardas camisas dan el primer muestreo de lo que vendrá… El águila y los dos truenos muerden al mundo, ese un charco de sangre, antes y ahora, ayer mañana y el siglo que viene…pero no es repetición ¡¡mira!!... Ahora y siempre, la sangre es el aceite del motor y la mueca de nuestra risa… la justicia poética hace una delivery y el primero que ve el espacio es un socialista…en la selva se vierte sangre de Milwakee, Texas o Kansas, el bambú infectado es por una vez más efectivo que el gas mostaza. América tiene sus barbas esperanzadas pero suena un disparo en Bolivia y la red de neón se siente aliviada, 4 años antes el asesino escondido en la biblioteca apunta la mira y suena un disparo en Dallas, el asesino se esconde en un cine y la sangre árabe no se contiene en los Altos del Golan…el mundo se prepara para la oscuridad y la resistencia cae ahogada en el silencio, silencio de cuenta corriente, cheques y plan en cuotas, cínicos años del monedero y antiparras de oro… Laberintos, gigantescos laberintos de espejos, de metal bruñido, de vida transmitida y sponsoreada, ¡¡que tranquilidad!! - dicen los peregrinos, hasta que los ángeles del Corán llenan de fuego las piernas de Jefferson y los pájaros de acero cagan bombas en la vieja tierra de los califas…la garganta se seca y algunos, desesperados intentan ver las colinas verdes, intentan aferrarse al sueño de las maños callosas, otros saben que no deben mirar o directamente no miran. Ni siquiera atisban la nube de desperdicios que vuela sobre el mundo.
La máquina de Dios NO existe…

BOP

Que dientes están?

Que tierra se va?

El refrán del llanto es un nido de paloma,

como los corceles de acero volviéndose un tic nervioso de la noche.

Que dientes se van?

Que garganta se queda?

El hombre del parque salta charcos después de la lluvia,

esquiva al tigre ciego que resucita

en los aguaceros

en el agua de los parques

SALTA

y evita al monstruo del arroz y las animas de la arena,

evita caer en el sueño del agua,

pero evita tanto

que se ha vuelto un niño

demasiado seguro