Todo lo que existe es un jarabe
Porque a veces se desvelan las moscas
y vuelven a ser aquellas pequeñas ruidosas molestas,
que obligan a nadar en el aire,
a chapotear y dar brazadas sin tempo,
queriendo atraparlas,
temiendo matarlas.
Porque la libertad en tiempos de celdas abiertas,
se compadece de las aves,
y su inútil correr detrás del tranvía.
Se despluman y me cuentan de sus plumas perdidas,
se convencen de no saber volar.
Alguna vez corrí un bondi,
sabiendo que lo corría.
Le dí a un vagabundo un mundo que gobernar,
y al elegir se ha elegido a si mismo,
y se ha comprado un nuevo traje.
Hoy es nada,
hoy es un espacio para llenar.
¿Soy hoy lo que no soy?
¿O lo seré mañana?
Seré ayer en hoy, después, mañana.
Un vómito salvaje del peligro.
Nos queda elegir,
que es la nada, que no es la nada.
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