miércoles, 21 de diciembre de 2005

Bitácora de viaje.

Encayamos nuevamente en las profundidades de este abismo. Luego de una aparente refacción de la hélice y de las calderas, habíamos comenzado a navegar.
A pesar de las negativas de mis contramaestres, tomé el la ruta de navegación que las cartas navales me enseñaron. La que se debía tomar para poder salir sin mayores perjuicios, pero no me percaté de las condiciones del deshielo. Debí prevenirlo, pero mis ansias de salir eran tantas que me apuré en tomar esa ruta y colisionamos una vez mas.
¿Acaso no podía esperar unos días a que las condiciones sean adecuadas para poder tomar esa ruta?. ¿Porqué ese afan de cerrarme en mis creencias, tomar ese camino en ese momento y no escuchar a nadie?.
Quizás las fuerzas del destino y la fatalidad desean que quede encayado en este lecho marítimo hasta que se consuma el aire de este submarino. O tal vez yo mismo estoy forjando la suerte de esta nave, de toda la tripulación.
¡Deseo ver la luz del sol nuevamente!. Deseo tantas cosas en momentos así. Quisiera poder encontrar una solucion a este desastre. En una primera instancia, no provoqué el inicio de esto. No debo culparme por ello. Pero una vez que conseguimos salir adelante, estropeo todo con mis bloqueos, clásicos.
Pido perdon a toda la tripulación, pido perdon por tanta desdicha. ¡¡¡Pido perdon por mi neglijencia!!!.
Quisiera poder arreglar esta situación. ¡Quisiera tantas cosas!.
Solo la fe y la habilidad de los buzos y mecánicos podran decir cuando saldremos de esto.
Ahora mejor vuelvo a dormir, o al menos intentarlo. Tanta carga me está quitando el sueño...

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