jueves, 6 de noviembre de 2008

LAS QUE NO CAYERON...

Estoy acabado
ya no soy ese gallo rojo dilatando soles
Hay hombres que dejan a sus mujeres en mi casa,
sin temor, sin ningún temor
y ellas se sientan frente a mí
y hablan usando sus tetas como trampolín de las palabras
que viajan de sus labios para estamparse en la pared de enfrente
y yo,
yo solo puedo pensar en cazadores pisando leones muertos
Así, acabado, finito, dueño de una lengua vieja,
las miro y no encuentro como antes,
nada en sus ojos, nada
soy solo un viejo rey pagano mirando cruces en medio de dos senos

No hay comentarios.: