jueves, 23 de julio de 2009

this or that?


Al final todos estamos buscando una correspondencia. Todos proyectamos y construimos una narrativa de nosotros en el otro, del otro en nosotros para tranquilizarnos para creer que ese lugar nos es propio, cuando en verdad, en el fondo, en lo más oculto de nosotros, sabemos que ese lugar es imposible. Que ese diálogo es sólo una construcción de miles de imágenes, sensaciones, texturas, de mundos imaginarios, mundos experimentados y construidos por un narrador que suponemos ser nosotros. Ahora, para quién narramos esa historia. Tal como plantea mi querido Vila Matas, ¿queremos tener esa historia como una forma de realidad para estar tranquilos con nosotros mismos o realmente nos estamos justificando para otros?
Por otro lado, nadie puede tolerar lo indefinido?, nadie puede aceptar estar intranquilo a esta altura del desarrollo humano?
Hay que convivir con lo indefinido, saber que las relaciones son puras proyecciones, que uno se pone una máscara (y que vive representando como en un teatro) al hablar con otro al igual que el otro. Y que a su vez cada quien construye la máscara que usa el uno y el otro (gracias Soulages, Niesztche).
Ahora, qué mas decir? Todos somos representaciones.
Por qué no callar? (Las representaciones hablan? Hablan en serio? O es pura ficción), dejando este gesto de silencio.
Yo estoy de acuerdo con investigar en ese abismo, en ese infinito de la no comunicación donde hay una ficción (la de la comunicación). Siempre y cuando, ayude a construir ese libro invisible que estamos escribiendo todos, donde por suerte prima la ficción. Pero asimilando que no hay ningún acto que no sea representado, sabiendo de prepo que todo es una ficción.

No hay comentarios.: